En el mercado hay una gran variedad de materiales, colores, texturas y acabados para revestimientos de pavimentos discontinuos rígidos que, en líneas generales, podríamos clasificar de la siguiente manera:
Porosos — baldosa y terrazos
Semicompactos — gres
Compactos — loza y porcelana
Vitrificados — mosaico vítreo (gresite)
En general también podemos dividir los materiales en dos grandes grupos:
A. Pavimentos de terrazo (hidráulicos), de piedra natural y artificial
Estos tipos de pavimentación se colocan en zonas de tránsito o de gran desgaste.
Los pavimentos de piedra natural son usados principalmente en exteriores por su gran resistencia a las variaciones de temperatura y a las inclemencias del tiempo (para ello se usan piedras más bastas, como las cuarcitas). Para terrazas, balcones, patios y exteriores es imprescindible tener en cuenta dar al forjado o solado la pendiente necesaria (2%) hacia los sumideros para el correcto desagüe de agua y evitar la estanqueidad.
Las piedras más finas (como los granitos y mármoles) se usan en interiores, aunque es preferible no hacerlo en baños o cocinas, dada su poca resistencia a grasas y ácidos. Cabe recordar que se deberá pulir y abrillantar la superficie, después del rejuntado de las piezas.
B. Suelos de cerámica y porcelánico
Su uso es ideal para revestimiento de suelos interiores, muy especialmente en baños, aseos y cocinas. Los materiales cerámicos poseen un alto grado de impermeabilidad y grandes propiedades higiénicas ya que al no ser excesivamente poroso no permite que la suciedad penetre.
Me gustaría destacar la importancia de escoger un buen "dibujo y combinación de las piezas" a la hora de colocar suelos. Si pensamos en las formas más frecuentes de las piezas existentes en el mercado (rectangulares y cuadradas) las distribuciones podrían ser:
A junta corrida — tanto a lo largo como a lo ancho (en ambos sentidos de las piezas) las juntas no tienen interrupción (Foto 1).
A rompe juntas — en esta colocación solamente va corrida la junta en un sentido de la pieza (Foto 2).
En espiga — su uso es sólo posible en piezas rectangulares ya que en ninguno de los sentidos de la junta hay continuidad (Foto 3).
No olvidemos que es imprescindible hacer una valoración del estado en que se encuentra la base de la superficie a cubrir, de esta forma determinar si debemos realizar:
- colocación con capa fina > se usa esta técnica solamente en casos en los cuales la base está alisada y anivelada
- colocación con capa gruesa > en caso de que las irregularidades de la base superen los 5 mm.
También cabe recordar que todos los pavimentos combinados con una lechada de calidad (ver mi artículo sobre boradas y lechadas), con una correcta colocación y dominio de las diferentes técnicas, materiales, acabados, etc dan un magnífico resultado inalterable al paso de los años.
Porosos — baldosa y terrazos
Semicompactos — gres
Compactos — loza y porcelana
Vitrificados — mosaico vítreo (gresite)
En general también podemos dividir los materiales en dos grandes grupos:
A. Pavimentos de terrazo (hidráulicos), de piedra natural y artificial
Estos tipos de pavimentación se colocan en zonas de tránsito o de gran desgaste.
Los pavimentos de piedra natural son usados principalmente en exteriores por su gran resistencia a las variaciones de temperatura y a las inclemencias del tiempo (para ello se usan piedras más bastas, como las cuarcitas). Para terrazas, balcones, patios y exteriores es imprescindible tener en cuenta dar al forjado o solado la pendiente necesaria (2%) hacia los sumideros para el correcto desagüe de agua y evitar la estanqueidad.
Las piedras más finas (como los granitos y mármoles) se usan en interiores, aunque es preferible no hacerlo en baños o cocinas, dada su poca resistencia a grasas y ácidos. Cabe recordar que se deberá pulir y abrillantar la superficie, después del rejuntado de las piezas.
B. Suelos de cerámica y porcelánico
Su uso es ideal para revestimiento de suelos interiores, muy especialmente en baños, aseos y cocinas. Los materiales cerámicos poseen un alto grado de impermeabilidad y grandes propiedades higiénicas ya que al no ser excesivamente poroso no permite que la suciedad penetre.
Me gustaría destacar la importancia de escoger un buen "dibujo y combinación de las piezas" a la hora de colocar suelos. Si pensamos en las formas más frecuentes de las piezas existentes en el mercado (rectangulares y cuadradas) las distribuciones podrían ser:
A junta corrida — tanto a lo largo como a lo ancho (en ambos sentidos de las piezas) las juntas no tienen interrupción (Foto 1).
A rompe juntas — en esta colocación solamente va corrida la junta en un sentido de la pieza (Foto 2).
En espiga — su uso es sólo posible en piezas rectangulares ya que en ninguno de los sentidos de la junta hay continuidad (Foto 3).
No olvidemos que es imprescindible hacer una valoración del estado en que se encuentra la base de la superficie a cubrir, de esta forma determinar si debemos realizar:
- colocación con capa fina > se usa esta técnica solamente en casos en los cuales la base está alisada y anivelada
- colocación con capa gruesa > en caso de que las irregularidades de la base superen los 5 mm.
También cabe recordar que todos los pavimentos combinados con una lechada de calidad (ver mi artículo sobre boradas y lechadas), con una correcta colocación y dominio de las diferentes técnicas, materiales, acabados, etc dan un magnífico resultado inalterable al paso de los años.
Muchas gracias por vuestro interés en mi blog:
13-Colocación de cerámica, terrazo, gres, baldosa... (SOLADOS)
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